La enfermedad de la rabia y sus síntomas
La enfermedad de la rabia y sus síntomas es considerada una de las más mortales que existen entre perros, aunque el peligro se presenta en todos los animales de sangre caliente. Habitualmente el método de infección es a través del mordisco de algún animal infectado. A pesar de la creencia popular de que los roedores son los responsables, la realidad es que raras veces transmiten la rabia a otros animales.
La prevención es algo necesario para que nuestro perro no padezca la rabia. La vacunación y seguir correctamente el calendario evitarán problemas.
Cómo se desarrolla la rabia en perros
La transmisión del virus de la rabia se realiza a través de la saliva del animal infectado. Puede deberse a un mordisco, entrando en contacto con la herida que produzca o la mucosa. La duración del periodo de incubación se encuentra entre las dos y las ocho primeras semanas, aunque existen casos en las que el perro puede desarrollarla hasta pasado un año.
El periodo de incubación se retrasará o avanzará según donde haya recibido el mordisco. Cuanto más lejos haya sido el contacto de la saliva del cerebro del animal, más tarde aparecerán los síntomas. Una vez llegado al cerebro del perro el virus infecta la saliva a través de las glándulas salivares llegando a presentarse antes que los síntomas.
¿Qué síntomas presenta la rabia en perros?
Cuando el perro se encuentra infectado por rabia los síntomas comienzan a surgir debido a la inflamación del cerebro, comúnmente llamada encefalitis, pudiendo dividirse en fases.
Incubación
En esta fase no se presenta ningún síntoma y este periodo puede tener una duración variable desde una semana hasta meses.
Fase prodrómica
Tiene una duración de dos a ocho días en el cual habrá cambios en el comportamiento de nuestro perro. Con frecuencia el perro tiene tendencia a morderse en el lugar donde el virus fue inoculado. Finalmente comienza a quedarse abstraído y mirando al vacío durante largo tiempo.
Fase de agresividad
Deberemos tener cuidado en el momento de entrar en esta fase. El perro se vuelve muy peligroso y demuestra gran agresividad. No dudará en atacar todo lo que tenga su alcance. Se puede notar en la tensión de los músculos de la cara del perro que provocará la retracción de sus labios, dejando sus dientes al descubierto en todo momento.
Fase final
La musculatura de la garganta y la mandíbula del perro quedan completamente paralizada, lo que provoca que quede con la boca abierta. El perro no podrá tragar saliva, babeará y soltará espuma por la boca, llegando a padecer náuseas y vómitos. La encefalitis va progresando y provocando la pérdida del control del movimiento hasta llegar al colapso. Llegado a este punto el animal fallecerá de insuficiencia respiratoria en pocas horas, aunque puede alargarse, incluso, a algunos días.
