El estrés por separación en perros
El estrés por separación en perros es un hecho frecuente en nuestros grandes amigos y deriva en conductas ruidosas y en algunos casos, un poco destructivas. Nuestras responsabilidades, el trabajo o situaciones que requieren salir de nuestro domicilio provocan en nuestra mascota habitualmente no es más que un mecanismo de defensa, y explicamos el por qué.
¿Qué causa la ansiedad por separación en perros?
La ansiedad o estrés por separación puede ser resultado, como ya hemos comentado, de un mecanismo de defensa. Cuando son cachorros estos no suelen alejarse mucho de su madre y esto se traduce, en caso de una adopción temprana en que el perro no esté preparado lo que se traduce en el desarrollo de un apego excesivo por sus nuevos familiares.
Cuando se genera este “vínculo” puede derivar en un trastorno de conducta por la falta de autonomía cuando el perro se encuentra solo.
¿Cómo podemos identificar el estrés por separación en perros?
La conducta que puede darse como resultado puede variar según el perro, aunque de forma habitual suele traducirse en lloros continuos, ladridos, destrucción del mobiliario e incluso deposiciones o pipis en el hogar, pese a que el perro haya salido antes y el tiempo que se ha quedado solo sea de muy corto. Otros síntomas más graves que podemos identificar son las diarreas o los vómitos que podemos encontrarnos al llegar a nuestro domicilio.
Debemos ser conscientes de que nuestro amigo siente emociones y esto significa que es susceptible de tener problemas de la misma forma que nosotros. Por eso, antes de acoger a un perro debemos tener en cuenta que de la misma manera que nosotros, ellos también necesitan sociabilizar, con los de su especie y con nosotros. Si somos personas que pasamos la mayor parte del tiempo fuera de casa no es aconsejable tener un perro ya que este puede desarrollar todo tipo de conductas. Tampoco debemos castigar al perro si a la llegada, esté se orina al emocionarse ya que esto es generado por la euforia de nuestra llegada. Debemos recordar que nosotros tenemos amistades fuera, pero nuestro amigo can nos tiene solo a nosotros.
Consejos para reducir la ansiedad por separación en perros
Los perros son inteligentes e identifican conductas en nosotros que les indican cuando vamos a salir del hogar. Por ejemplo, colocarnos el abrigo o coger las llaves de casa puede ser identificado por ellos como que vamos a salir, lo que se traduce en que comienzan a demostrar ese estrés, ya sea por una conducta nerviosa o incluso por que babee de forma excesiva.
Debemos enseñar a nuestro amigo, si ha aprendido a identificar las señales que le indican que vamos a salir a que esta rutina de preparación no implica que vayamos a salir. Un ejemplo de ello es si el perro ha identificado que cuando nos ponemos el abrigo vamos a salir, podemos ponérnoslo mientras estamos en casa. Otro ejemplo serían las llaves, un sonido que vinculan a nuestra partida y que podemos reducir llevando las llaves en nuestro hogar para que escuche el tintineo, reduciendo así el estrés del perro ya que le enseña a que no tenemos porque salir a pesar de realizar estas acciones.
Otro consejo es dejar algún tipo de prenda con nuestro olor en su cuna para que el perro lo detecte y se relaje, aunque es posible que la prenda termine hecha girones si el animal está bajo estrés.
Para perros que han llegado recientemente a nuestro hogar o que han generado una conducta de estrés por separación es habituarlo a unos horarios, tanto de paseos como de alimentación. En este sentido, también podemos ayudarle mediante ejercicio físico durante el paseo para evitar la rutina diaria (y, por lo tanto, el aburrimiento) consiguiendo que el perro aproveche el momento en que nos encontramos fuera de casa para descansar o dormir. Otra de las maneras para habituar a nuestro perro cuando salimos es comenzar por salidas de poca duración e ir alargándolas paulatinamente con el fin de que termine acostumbrándose.
Si ninguno de estos consejos funcionara deberíamos optar por asesorarnos con nuestro veterinario, quien nos puede ofrecer consejos adaptados a nuestro perro e incluso pautar algún tipo de tratamiento que contribuya a reducir su estrés.
